Un nuevo amanecer y afuera llueve fuertemente, (estas últimas semanas  llueve todos los días).  Y yo aquí en mi cama despierto pensando en ti, estas presente siempre como mi primer pensamiento, como mi mayor deseo, como mi mayor ilusión.

Anoche después de leerte me fui a mi cama a soñar con tus palabras y desee con ansia infinita sentirte a mi lado, quise dibujar tu piel en la mía con suaves y sutiles caricias solo desee sentirte, solo sentirte y que fuera  nuestra piel, nuestros cuerpos, nuestras caricias las que hablen en su lenguaje único del deseo, de la pasión, del amor… y perdernos en ese mar incontenible, en ese fuego abrazador.

Es complicado poner palabras a todo lo que se siente a este anhelo infinito de estar frente a ti a este deseo de acariciar tu rostro suave y sutilmente  con mis dedos de rozar tu piel con caricias tan suaves como la brisa y tan sutiles como el viento que pasa rozando las praderas.  Pero aquí estoy tratando de escribir todo lo que siento, todo lo que tu me provocas, todo lo que despiertas en mi ser.

Eres para mi como ese poema que aun no hemos escrito, como esa canción que aun no cantamos, como esa caricia que aun no nos hemos dado, como ese beso que espera ansioso el tuyo y ese fuego que solo quiere ser contenido en tus brazos.

En mis sueños te llamo y en el día mis pensamientos te llevan siempre presente y mis labios susurran tu nombre ansiando que el viento lleve hasta tus oídos mi voz y me puedas escuchar.

Solo sueño que no hay fronteras para nuestras ilusiones y que un día no muy lejano el sol brille para los dos cuando la aurora nos sorprenda abrazados.
Y hoy bendigo la vida por haber permitido encontrarnos en este camino y por estar ahora contigo porque aun estando ausentes estamos unidos por estos sentimientos que crean lazos cada vez más fuertes.

Te necesito.

Nubia.